En la actualidad, la conservación de semillas se ha convertido en una prioridad global ante la pérdida acelerada de biodiversidad agrícola. Los bancos de germoplasma representan la estrategia más efectiva para preservar el patrimonio genético vegetal para las generaciones futuras, actuando como "bibliotecas de la vida" que resguardan la diversidad que alimentará al mundo.
La urgencia de la conservación
Según la FAO, el 75% de la diversidad genética agrícola se ha perdido en el último siglo debido a la uniformización de cultivos, la expansión de variedades comerciales y la pérdida de conocimientos tradicionales. Esta erosión genética representa una amenaza directa a la seguridad alimentaria global, especialmente frente al cambio climático que exige variedades adaptadas a nuevas condiciones.
Los bancos de germoplasma surgieron como respuesta a esta crisis, preservando no solo semillas, sino también el potencial evolutivo y adaptativo de miles de especies y variedades.
¿Qué son los bancos de semillas?
Un banco de semillas o banco de germoplasma es una instalación donde se mantienen condiciones adecuadas para conservar ejemplares de simientes de distintas especies vegetales. El objetivo es claro: garantizar la preservación del mayor número posible de plantas para la posteridad.
Estos bancos funcionan como "pólizas de seguro" contra la extinción de variedades agrícolas, permitiendo recuperar cultivos perdidos, desarrollar nuevas variedades resistentes y estudiar la evolución de las plantas domesticadas.
Tecnología de conservación
Condiciones de almacenamiento
Las semillas se conservan bajo condiciones estrictamente controladas:
- Temperatura: -18°C en cámaras especializadas (conservación a largo plazo).
- Humedad: contenido reducido al 5% mediante desecantes como gel de sílice.
- Contenedores: frascos de cristal herméticos con indicadores de estado (detectan humedad).
- Cantidad: entre 1.500 y 3.000 semillas por muestra según estándares de la FAO.
- Oscuridad: para evitar activación metabólica.
Proceso de conservación
Las muestras pasan por un proceso de acondicionado y secado antes del almacenamiento:
- Limpieza: eliminación de impurezas, semillas dañadas o vacías.
- Secado: reducción controlada de humedad en cámaras con deshumidificadores.
- Pruebas de viabilidad: germinación de muestras para verificar calidad inicial.
- Envasado: sellado hermético con etiquetado detallado (especie, origen, fecha, colector).
- Almacenamiento: en cámaras frías con monitoreo constante.
- Regeneración periódica: cada 10-30 años se siembran muestras para renovar el stock.
Clasificación de semillas según tolerancia
Se clasifican las semillas en tres tipos según su tolerancia a la deshidratación:
- Ortodoxas: toleran la deshidratación y temperaturas bajas (mayoría de cereales, legumbres, hortalizas). Ideales para bancos de germoplasma.
- Intermedias: tolerancia moderada (café, cítricos). Requieren condiciones especiales.
- Recalcitrantes: no toleran la deshidratación (aguacate, mango, cacao, castaño). Se conservan mediante crioconservación de tejidos o cultivo in vitro.
Crioconservación: la frontera tecnológica
La crioconservación representa la tecnología más avanzada, almacenando semillas o tejidos vegetales a temperaturas inferiores a -130°C, habitualmente mediante inmersión en nitrógeno líquido a -196°C. En estas condiciones el metabolismo se detiene completamente, asegurando teóricamente la conservación por tiempo indefinido.
Esta técnica es especialmente útil para:
- Semillas recalcitrantes que no toleran el secado.
- Especies que se propagan vegetativamente (papa, yuca, plátano).
- Conservación de embriones, polen y tejidos meristemáticos.
Bancos de germoplasma destacados
Bóveda Global de Semillas de Svalbard (Noruega)
Conocida como la "Bóveda del Fin del Mundo", está ubicada en el Ártico noruego, a 130 metros de profundidad en el permafrost. Inaugurada en 2008, almacena más de 1 millón de muestras de semillas de todo el mundo, actuando como respaldo de seguridad para otros bancos de germoplasma.
Banco de Semillas del Milenio (Kew Gardens, Reino Unido)
Proyecto del Real Jardín Botánico de Kew, conserva más de 2.400 millones de semillas de 40.000 especies silvestres, con énfasis en plantas amenazadas y de importancia económica.
CIMMYT (México) e IRRI (Filipinas)
Centros internacionales especializados en trigo/maíz (CIMMYT) y arroz (IRRI), conservan miles de variedades tradicionales y silvestres de estos cultivos fundamentales.
Centro Internacional de la Papa (CIP, Perú)
Conserva más de 4.500 variedades de papa nativa andina, además de camote, yuca y otros tubérculos, mediante crioconservación y cultivo in vitro.
Tipos de colecciones en bancos de germoplasma
Los bancos de germoplasma modernos operan con tres tipos de colecciones:
- Colecciones base: conservación a largo plazo (50-100 años o más), sin distribución. Respaldo de seguridad.
- Colecciones activas: para uso, investigación e intercambio (10-20 años). Disponibles para agricultores, investigadores y mejoradores.
- Colecciones de mejora: para programas de fitomejoramiento, con caracterización agronómica detallada.
La red global de conservación
La conservación de semillas es un esfuerzo coordinado internacionalmente:
- ENSCONET (Europa): red europea de bancos de semillas de flora silvestre.
- CGIAR: red de 15 centros internacionales de investigación agrícola.
- Tratado Internacional sobre Recursos Fitogenéticos (FAO): marco legal para intercambio y acceso a germoplasma.
- Crop Trust: fondo global para financiar conservación de germoplasma.
Estos bancos no solo conservan semillas, sino que también documentan detalladamente la variedad, lugar de recolección, características agronómicas, usos tradicionales y datos genéticos de cada muestra, creando una biblioteca global de diversidad genética.
Bancos comunitarios: conservación in situ
Además de los grandes bancos institucionales, existen bancos comunitarios de semillas gestionados por agricultores y comunidades locales. Estos bancos:
- Conservan variedades locales adaptadas a condiciones específicas.
- Mantienen vivo el conocimiento tradicional asociado a cada variedad.
- Permiten la evolución continua de las plantas en su entorno natural (conservación in situ).
- Fomentan la soberanía alimentaria y la autonomía de las comunidades.
Desafíos y futuro de la conservación
Los bancos de germoplasma enfrentan desafíos importantes:
- Financiamiento: mantenimiento costoso de instalaciones y personal especializado.
- Regeneración: necesidad de sembrar periódicamente para renovar semillas envejecidas.
- Caracterización: falta de información detallada sobre muchas accesiones.
- Acceso: equilibrio entre conservación y disponibilidad para investigación y uso.
- Cambio climático: amenaza a bancos ubicados en zonas vulnerables.
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Sobre el autor
Josito — Igualada (Barcelona). Escribo sobre medioambiente, conservación, biodiversidad y agricultura sostenible. Si quieres charlar o proponer temas, visita la página de Contacto.
Publicación original: 02 octubre 2025 · Última actualización: 06 noviembre 2025
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